domingo, 25 de agosto de 2013

CACERÍA

—¡No lo voy a conseguir Sebastian; las piernas ya no me sostienen!  Siento unas puyas filudas que se me ensartan cada vez que asiento una de mis canillas. ¡Y este maldito aire que me atraganta! Lo tengo atorado aquí mismo… ¡Mirá?

—No flaquees ora que más falta nos hace Mateo. Escuchá… la noche se nos viene encima. El guardabarranco ya se echó  a cantar y en aquella nube panzona las lluvias se anuncian copiosas. ¡Un aguacero en este momento sería una bendición! Se borrarían las huellas y esos chuchos  cabrones perderían el rastro y el agüita bendita nos mermaría el cansancio y la sed.

—Si eso llegara a pasar Sebastián, te juro que me tiraría aquí mismo sobre el barro con la boca bien abierta hacia el cielo y me tragaría toda al aguada. ¡Pero qué va!  Ya me harté de mi propia saliva y no hay manera de que se me quite la sed.

—No pensés en eso Mateo y apresuremos el paso porque se nos acercan. Su vaho calienta mi nuca y los escalofríos ya me están atenazando el espinazo.

¡Miren muchá. Los chuchos ya olieron a esos cabrones!

—¡Suéltenlos!

—Pistacho! ¡Cardiacha! ¡Hagan pedazos a esos hijos de la GRAN PUTA!...

—Hermano… encomendáte a Diosito porque nomás… aquí se nos acabó todo…

Diciembre 2012.

martes, 20 de agosto de 2013

BOCETO

Hace un trazo, se retira y lo observa. Delinea el contorno del hombro y lo borra. 
boceto en pastel
Araminta Gálvez
Sostiene el carboncillo y acariciando la redondez con sus ojos, surge la magia y la perfección de la línea.
Se retira y entorna los ojos. 
                       No piensa. No siente. Se abstrae. 
El mundo está contenido en sus líneas y formas sugerentes y provocadoras que brotan como apariciones en la cara del papel.
                               Entonces un cuerpo se insinúa. 
                   Es un bosquejo apenas. 
        Un aire.  
                          El alma se esconde todavía.

Dobla el caballete, las hojas y las ganas.
                      Será hasta el siguiente intento.

Agosto de 2012

lunes, 12 de agosto de 2013

DE SIRENAS Y PALABRAS

Dibujo de Araminta Gálvez
lápiz sobre papel fotográfico
La fuente corroída por los golpes de agua 
           siempre cayendo,
                              estancando,
                                  rebalsando miradas
 tras la sirena en trueque 
de iridiscencias 
y brillos de escamas.
Sus pechos túrgidos y abandonados a las cagadas de las palomas. Sus labios surcados por una sonrisa eterna en piedra y soledad. Su cola de pescado posada en la orilla tendenciosa del pecado. La cabellera insinuando rizos de sol y arena. Mi lápiz bosquejando en claroscuros la silueta de la luna. Sinuosa la nube se posa en mi iris de miel. Abro la palabra y surge la promesa del descubrimiento. Juego con tu boca lúdica a mi beso. Hurgo con mi lengua la sabiduría del placer. Atajo mariposas despobladas de estupores. Sus vuelos llenan de color los silencios que cortejan a la bruma.
                   Resguardo tu vida entre mis dedos

                                        y apaciguo con mis ojos 
                                                               tu tormenta. 

Septiembre 2012

viernes, 9 de agosto de 2013

IMPACTO DE LUCES

La encandilaron sus reflejos pero la suerte le dio la espalda. Lo vio  venir como un ciclón tronando en diesel.

            Imparable.        Desbordando amenazas con su ímpetu.

No hubo poder que lo parara.

El tráiler lo impulsó como una pluma y Pilar no se dio cuenta cuando su corazón se desprendió de sus raíces.


Abril 2013

martes, 6 de agosto de 2013

LA ESPERA

La calle sostenía el paso del tiempo con férrea resistencia. Lo recuerdo bien. El humo escapaba por la chimenea y se mezclaba sin prejuicios con el smog de la calle. El estruendo del ruido hirió entonces nuestra conversación y por más que grité y me esforcé por escucharte, solo me llegaron retazos de tus palabras. Si hubiera sabido que era la última conversación que tendríamos te habría arrastrado a un café para ampararnos del bullicio y saborear la maravilla de tu voz, con esa gravedad y seseo que me acariciaba los oídos y con esa gracia con que contabas cualquier cosa. Con la maestría de tu oratoria convertías lo insignificante en trascendental.
Dibujo a lápiz sobre papel fotográfico
Araminta Gálvez 2009
Si hubiéramos tomado ese café tal vez el tiro no hubiera impactado en tu corazón. Tal vez el destino hubiera tomado otro camino. Tal vez seguirías vivo y a mí no se me habría roto el corazón. 
Vamos al parque , me dijiste. Tengo ganas de ver caer el sol. 
Y yo no lo dudé. ¿Cómo iba a dejar de acompañarte si andar contigo era como tener asegurada la felicidad? Entonces abandoné la costura y mis ansiedades y emprendí el camino contigo. ¿Pero quién iba a decirme que la muerte te esperaba? ¿Que tu cuerpo no sería suficiente escudo para esa bala menuda que sin aspavientos y sin misericordia  se te incrustó en el corazón?
Después supe que sabías que la muerte te esperaba. Tu carta me lo constató. Y no entiendo todavía por qué no te escapaste. ¿Por qué no buscaste ayuda? ¿Por qué la encaraste? Y por sobre todo, ¿Por qué me obligaste a estar allí?
¿Recuerdas lo que hablamos esa tarde? Te prometome dijiste, que si yo muero primero vengo a visitarte. 
Pero el tiempo pasa y ya me he olvidado de tu rostro y debo acudir a las fotografías para traerte de nuevo conmigo.Y cada vez me cuesta luchar contra la mala hierba que se aferra a tu tumba y a mi memoria. Y me encuentro muchas veces pensando que fuiste  una ilusión. Otras veces me asusto al pensar que si ahora regresaras  a cumplir tu promesa, no reconocerías a esta vieja que tiene ya los ojos secos y cansados de esperarte.

febrero 2013