La encandilaron sus
reflejos pero la suerte le dio la espalda. Lo vio venir como un ciclón tronando en diesel.
Imparable. Desbordando
amenazas con su ímpetu.
No hubo poder que lo
parara.
El tráiler lo impulsó
como una pluma y Pilar no se dio cuenta cuando su corazón se desprendió de sus
raíces.
Abril 2013
Me resulta muy bien, amiga, sobresale la intensidad del ritmo.
ResponderEliminarBeso
Me alegra José, gracias mil. Un abrazo y un beso.
ResponderEliminarTengo la impresión que ya te dejé un comentario sobre este texto,pero no me importa repetir: tremendo, la vida y la muerte ante su más cruda realidad. Con la mágia de tu pluma.
ResponderEliminarBesos