domingo, 4 de mayo de 2014

DESPUÉS DE LA TORMENTA SÍ SALIÓ EL SOL


La tormenta asoló la aldea y durante una semana entera, la lluvia no cesó de caer. Los frágiles techos de las casas no soportaron esa embestida líquida y tenaz y se derrumbaron llevando consigo la vida de hombres, mujeres y niños que se pensaban protegidos dentro de su hogar. Las montañas se derrumbaron como castillos de arena llevando consigo piedras enormes, árboles arrancados de tajo, animales muertos y un lodo oscuro y sin esperanza. El paisaje se volvió gris y el sol no apareció durante varios días. El hambre, el frío y el miedo reinaban por todas partes. Las noticias eran desalentadoras. Las carreteras se habían interrumpido por los deslaves y no había esperanzas de que alguna ayuda llegara. ¿Quién se expondría en una situación así? Amanda tiritaba en el rincón de la iglesia donde Joaquín la había arrastrado con las pocas fuerzas que todavía le quedaban y ella ya no sabía qué era más intenso, si el dolor de sus dos piernas fracturadas, el hambre que la atormentaba o la impotencia y desesperación por ya no tener leche en sus pechos para alimentar a Joaquincito que ni siquiera tenía fuerzas para llorar. Desde sus triles los santos la miraban desolados. No había ningún resquicio de luz. Las velas se habían agotado y las ropas secado en sus cuerpos.

Fotografía: Araminta Gálvez
Cuando la puerta se abrió y entraron esos jóvenes embarrados de lodo, cargando mochilas con alimentos y medicinas y diciendo que eran voluntarios que llegaban para ayudarlos, Amanda no lo podía creer, pero cuando vio a Joaquincito bebiendo lentamente la leche del biberón entendió que los milagros todavía existen y que la promesa de la esperanza aparece aún en la peor oscuridad.

Tercer Lugar: II Concurso de Relatos "Efecto Mariposa". Coordinadora de ONG de Desarrollo de la Comunidad Autónoma de la Rioja (CONGDCAR). España. Marzo 2014.

6 comentarios:

  1. Enternecedor. Me llegó con mucha intensidad. Un abrazo.

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  2. Gracias querida Antonia, que gusto verte aquí. Abrazos fuertes también.

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  3. Vivencial y estupendo relato, amiga.

    Beso

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  4. Gracias mi querido José, tu estupendo vale oro para mi. Beso también.

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  5. Felicidades por ese acercamiento al Premio.
    El relato es muy tierno y refleja una realidad que la más de las veces la vivimos sólo por el telediario.
    Un abrazo

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  6. Ciertamente José, es una realidad que se siente lejana, no obstante esta vez, yo estuve trabajando en San Marcos durante esta tormenta y lo vi de cerca y es una experiencia impactante para mi ver como las montañas se derrumbaban y las casas de concreto parecían cajas de cartón ante su embate. Gracias por las felicitaciones, me sentí contenta de acercarme. Un abrazo renovado.

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