sereno, contundente y misterioso
que acecha con cautela cuando el
grillo
entona sus canciones afanoso.
Agita las mareas con su instinto
de cortejo profundo y consistente
que arrastra con el viento en
laberinto
los mares con su ímpetu ascendente.
Crece la luna llena entre mis
ojos
voluptuosa, potente y encendida
hiriendo sin querer con sus abrojos
y anunciando serena su acogida
si entre cuarto menguante con sonrojos
yo le pego indiscreta una mordida.
Bien que te ha quedado, amiga.
ResponderEliminarBeso
Excelente soneto. Gracias por compartirlo
ResponderEliminarRafael.-
Qué bien José Valle. Besos y abrazos.
ResponderEliminarRafael, qué gusto verte aquí. Gracias a ti por visitarme. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarHermosos versos,Araminta,y muy bien lograda la rima.
ResponderEliminarCariños.