y de los asaltos traicioneros de la intemperie.
Ladrillo a
ladrillo es un muro que soporta el roce cabizbajo de la luna
con el
mismo temple y carácter
con que embiste las tormentas de estrellas.
Es cálida y
abrigadora,
como un corazón latiendo en sabrosuras sobre la estufa alegre en
llamas, olores, sabores, añoranzas y fiestas.
Algunas veces queda
aletargada por los regalos de luz que el sol le avienta por las ventanas
siempre abiertas
al aire,
a los pájaros invasores de vuelos que se confunden de
cielo,
a mi familia que le desparrama bendiciones y abundantes momentos de felicidad ,
a las botellas de vino celebradas con carcajadas y expectativas,
a las oraciones desplegadas por los corredores del espíritu,
y a la alegría y la tristeza sazonando siempre la vida.
Mi casa guarda mis secretos y los pasos que no doy,
los despertares
sorprendentes de colores y posibilidades,
la música acariciando los sentidos,
el jardín renovándose con vida a cada instante,
la creatividad
huyendo hacia mi lápiz y el papel,
y de repente la imaginación atolondrándome de
creación imposible de parar.
Mi casa me arrulla con olores imprescindibles a café, pepián, cocido y chocolate. Es un proyecto que me dio alas, abrigo y cobijo para mi soledad. La niebla la arrebuja entre sus vapores grises y la desvanece como un sueño tenue.
Pero la nostalgia anticipada me doblega los ojos y sin poderlo evitar, caen diamantes transparentes desgarrados de añoranza.
25 de junio de 2013
Lo dices con muy buen gusto, amiga.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias querido José, pero me duele escribirlo porque luego de quince años de vivir aquí, dejo un tiempo mi casa.
ResponderEliminarGracias por estar amigo.
Excelente ¡¡ Felicitaciones Mi Estimada Chapina Ara ¡¡ Dios te Bendiga y Prospere
ResponderEliminarGracias Miguel, que gusto verte aquí, realmente necesito esas bendiciones y prosperidad. Te dejo un fuerte abrazo.
ResponderEliminarAri querida: que lindo lo dices, pero entre lineas leo nostalgia. Olvidastes dos cosa: una los masajes del alma q alli compartimos y otra, q debistes llamarle "Eden".
ResponderEliminarMi Vera preciosa que lindo verte aquí y tienes toda la razón, siento mucha nostalgia pero espero regresar pronto y reanudar los masajes y la vida aquí. Un beso enorme y gracias por estar.
ResponderEliminarMuy bonito texto sobre ese lugar al que uno de alguna manera se siente atado, o donde encuentra reposo y pertenencia. Cuando no se ha tenido casa, se aprecia más tu reflexión y el hecho mismo de estar dentro de cuatro paredes seguras. No sé adónde te irás ni por qué, pero estoy seguro de que va a ser cualitativamente mejor; pero lo más importante es esa casa propia que es tu cuerpo habitado por el pensamiento. Muchos abrazos.
ResponderEliminarJuan Carlos me encantan tus palabras y te las agradezco con el corazón. Tienes toda la razón, somos como el caracol y llevamos con nosotros nuestra casa. Te envío un abrazo fuerte y cariñoso y la esperanza de verte por cualquier calle alguna vez.
ResponderEliminarAmiga Ari, es este unos de esos textos que derrama calidez, sabe a refugio y nostalgia. Es siempre muy atrayente seguir el rastro vital de tu pluma, sos una maestra en el arte de dibujar sensibilidad.
ResponderEliminarUn gran abrazo
José querido, si supieras las ganas que tengo de conocerte, miro tu foto y me parece que sos un tipo re buena gente y eso me lo confirman tus palabras porque siempre tienes cosas bonitas para decir y hacer sentir bien. Me encanta que veas sensibilidad en mis textos, porque eso trato. Te abrazo fuerte y te sigo las huellas.
ResponderEliminarLos motivos tienen que ser muy fuertes para dejar un sitio así ¡qué maravilla!, ahora entiendo esos textos tan encantadores con los que nos deleitas, de un lugar así no puede surgir más que mágia.
ResponderEliminarLa entrada está muy bien presentada, querida amiga, sigue así.
Un abrazo
Gracias Arruillo, ciertamente aquí en este lugar retomé la escritura después de casi quince años de no hacerlo, así que le debo mucho. Es increíble como los espacios acolchonan el espíritu y cuesta desprenderse, pero la vida sigue. Me da gusto que te guste la entrada. Ahora que la leo con más tranquilidad le encuentro algunos errores pero fue escrita obedeciendo solo a sentimientos y eso es lo que salió.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo enorme y nos seguimos leyendo y encontrando por esos caminos que nos dan paso. Un fuerte abrazo querido José.
Hola mi querida amiga, me identifico tanto con todas sus palabras porque creo que es muy posible que yo también pase por esa misma situación, pero se que de esta prueba que le pone la vida saldrá triunfante, con mucha mas sabiduría y de regreso en casa. La quiero mucho y siempre estare si me necesita.
ResponderEliminarJulia querida muchas gracias por sus palabras que me reconfortan tanto, yo también la quiero mucho y espero verla pronto.
ResponderEliminarCon esa casa tan hermosa, no me extraña que te salgan textos tan buenos. Algún día tenemos que tomar unas cañas en ese jardín.
ResponderEliminarDios y la vida te oigan querido José, supongo que cañas son bebidas alcohólicas y si es así definitivamente me apunto. Sería genial verles aquí un día. Un abrazo y me da mucho gusto que hayas llegado por aquí.
ResponderEliminar