La oración de la mañana reflejaba su desesperación y
hastío
por una vida sin motivos aparentes para seguir.
por una vida sin motivos aparentes para seguir.
Las puertas estaban
cerradas y las ventanas solo mostraban a sus ojos desolación.
Tragó con
dificultad los alimentos y deseó morir
y terminar de una vez y para siempre con
sus miserias.
Entonces un vuelo desconcertó sus pensamientos...
Creyó ver con el
rabillo del ojo un ave pequeña que atravesaba vertiginosa la sala y el comedor
y se encaminaba rauda por el pasillo a una de las habitaciones.
y se encaminaba rauda por el pasillo a una de las habitaciones.
Era un colibrí,
parecido a un suspiro suspendido en vuelos alocados
que buscaba una salida
chocando contra las ventanas.
La desesperación del ave estaba encerrada en muros de
ladrillo y cuadros desposeídos de bosques.
Se alzaba agitando desesperado sus temores y se estrellaba irremisible en las paredes y en el estante inundado
de Borges, Cortázar y Jorge Amados.
Luego de un receso para recuperar su corazón, emprendió con el espíritu renovado una y otra vez el intento de buscar
una salida.
Un aire leve entró en la habitación y como si
le estuvieran tendiendo un puente invisible hacia la salvación, el colibrí salió
volando hacia el jardín llevándose consigo los ojos de Luna, que gracias al
colibrí, había encontrado su salida.
Junio 2013
Excelente metáfora, Araminta: la vida puede llevar a situaciones más que tremendas, pero siempre hay un rayito de esperanza; en este caso multicolor, materializada en ese colibrí.
ResponderEliminarBello relato.
Besos
Me encanta encontrarte aquí José y quedo siempre agradecida por la amabilidad de tus palabras. ¡Que bien que te ha gustado! Te dejo un abrazo ínter oceánico.
ResponderEliminarAmiga Ari, como siempre, un placer leer tus textos. Resulta muy agradable llegarse de visita por aquí.
ResponderEliminarHoy, me voy colgado de este sutil vuelo de esperanza.
Un abrazo
José querido me alegra que hayas encontrado esperanza en este vuelo. La próxima te invito un café. Abrazos y gracias por llegar.
ResponderEliminar¡Qué hermoso mensaje envuelto en tan especiales palabras!
ResponderEliminarMe alegra que te lo parezca Luis. Gracias.
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