La muerte es quien acecha tras la puerta
del suspiro y del
aliento, es la intrusa
la que espera en silencio, siempre alerta
tan presente indeseada y confusa.
Es certera, afilada, omnipresente
inquietante, atrayente la señora,
en la tierra con nadie es consecuente
y arrastra hasta el confín donde ella mora.
En silencio se acerca y rompe el hilo
breve y sutil que vibra con la vida
destruyendo con furia y con su filo
sueños, metas, propósitos cual druida
feroz, cruel e implacable, que en un rilo
trae el luto y la noche con su brida