martes, 26 de agosto de 2014

SUTIL COMO EL ALA DE LA NOCHE

Fotografía: Araminta Gálvez

El silencio me asalta en la alborada
con sus pasos sin voz, su andar discreto,
me abraza y quema como la mirada
que yo recuerdo siguiéndome en secreto.

Es sutil como el ala de la noche
lacerando insistente y precavido
desnudándome y atando con derroche
el dolor y el recuerdo revivido.

Tan callado se acerca sin conciencia
del clamor por mi vida tan ausente
de tu olor, de tu risa y tu presencia

diluida  pero siempre tan presente
abarcando y mellando con mi anuencia,
el silencio es un ser omnipresente.

domingo, 17 de agosto de 2014

UN LÁTIGO DE LUZ

Fotografía: Araminta Gálvez


Cuando el rayo se anuncia sigiloso
por el trueno de cerca perseguido
sin mentira parece un gran coloso
que zigzaguea potente y casi erguido.

Serpentea como un látigo de luz
que anuncia la tormenta repentina
cual si fuera un crisol a contraluz
que despliega una fiesta serpentina.

La tormenta se muestra indiferente
al suspiro sutil del ave en vuelo
y despliega una guerra inconsecuente

en todos los confines de este suelo
quitándonos la paz irreverente
nos deja en su lugar un férreo duelo.




martes, 12 de agosto de 2014

LA FOTO VIEJA

Desde la estantería de ciprés, la imagen de la fotografía descolorida me observa. Siento sus ojos persiguiéndome con insistencia por toda la habitación. 
Es el único recuerdo que me queda de papá y cuando la veo, no puedo diferenciar con exactitud cuál de las dos es más vieja, si la foto o su cara. 
Es una fotografía antigua, en sepia, de papel grueso y quebradizo, con manchas oscuras de antiguas humedades que se funden con el follaje de los dos cedros que papá tiene a sus espaldas. 
La cara de papá está surcada de caminos profundos que vienen y van por su frente, por sus cachetes y su cuello. 
Todos los días, mientras envejezco,  me quedo largo rato frente a ella para encontrar la ternura en sus ojos inyectados de sangre y miel. En su sonrisa encuentro todavía ese rictus de consuelo que siempre me acompaña. No obstante, tengo miedo que con el paso del tiempo se decolore más su imagen y se borre del papel, como de mi recuerdo.

domingo, 3 de agosto de 2014

CUAL LATIDO APAGADO Y PRISIONERO


Fotografía: Araminta Gálvez
El tiempo es artilugio del destino
implacable y certero cuan centella
que destruye con frágil desatino
el palpito del hombre y de la estrella.

Avanza con constancia y persistencia
midiendo y contemplando el desvarío
que el reloj con sus ansias e insistencia
arrastra a cada instante como un río.

El tiempo es malicioso y traicionero
desprendiendo la vida en un instante
como si el existir fuera un enero

obligado a irse a pique con levante
cual latido apagado y prisionero

el tiempo de la vida, no es distante.