viernes, 30 de mayo de 2014

LAS ANSIAS DE HUNDIRME SIN FUTURO

Fotografía: Araminta Gálvez
Se posó
náufraga
la luna,
en la inmensidad de tu mirada.
Pálpitos rotos
de corazón 
avasallado de amor,
rompieron el silencio.
Un nudo de luz 
se desvistió de asombro
y me mariposearon
las ansias,
de hundirme, 
sin futuro,
entre tu boca.
Cayó la nube
sobre la luna toda.
Se adueñó del suspiro
la nostalgia,
y sin piedad,
                                                                          el silencio
y la bruma de los celos
me arañaron 
la esperanza

lunes, 26 de mayo de 2014

LA LUNA ME DESNUDA SIN VIOLENCIA

Fotografía; Araminta Gálvez
La risa, embriagada de luz y sobresalto, sepulta la tristeza en el olvido.
Un puñado de pájaros desciende su aleteo sobre el charco amurallado con orillas. La bruma corona los espejismos silentes de la cercanía que amenaza devorarnos.
El mercado ofrece sus tentaciones a los ojos, al tacto y al olfato y las remolachas parecen aves degolladas palpitando en rocío.
La lagartija guarda su equilibrio de escamas sobre la botella vertical de reflejos. La canción se desgrana en sentimientos que arrullan el nido que se esconde en algún lugar del corazón.
Asaltan las palomas los techos de los ojos y de las casas, con su algarabía de alas y estupor. Los gorjeos anuncian el día somnoliento de oscuridad y pesadumbre de horizonte gris.
Los hombros sostienen por igual la carga de los días y la cabeza del ser amado y entonces la montaña llega inundada de verde y humedad. Observa el horizonte, infla el pecho y yace mansamente cara al sol.
Afuera, el pino tiene una fiesta de pájaros y ruidos y ruidos. Sus hojas lanzan destellos de verdor y sus ramas trampolín impulsan vuelos.
La sombrilla esconde  la cara del golpeteo de la lluvia y el ruido se sale sin permiso por la puerta doblegando el silencio.

La pasión enciende el cuerpo con un fuego abrazador y la levadura esconde misterios de grandeza solo develados en las interioridades del horno y de la masa. La tinta dibuja palabras con su ingeniería de camino conocido y la luna me sigue hasta la puerta de mi casa y me desnuda sin violencia de mis miedos.





miércoles, 21 de mayo de 2014

SE ME QUIEBRA EL CORAZÓN

Fotografía: Araminta Gálvez
Se doblega la espiga 
y la brisa 
y la herida, 
ante el roce imperturbable del tiempo haciendo mella en el destino. 

La casa se engarrota a sus cimientos ocultando bajo sus paredes los secretos más oscuros.

Se extravía la tensión del arco iris que dispara colores a los ojos mudos de asombro. 

Los pasos acechan el silencio y lo destruyen con sus prisas de noticias urgentes.

El luto por el día que se va, anochece el espíritu 
y acongoja el corazón.    
      
Entonces la muerte llega  de puntillas, 
y como si se tratara de una flor...
desprende sin miramientos la vida. 

El cortejo acompaña los restos con renuncias 
y los buitres de sollozos 
se asoman a los ojos con bullicio. 

La banca enmudece de ausencia en el jardín deshabitado de sorpresas. Y el tigre afilado de tus ojos ronronea en mis sentidos y se me quiebra el corazón, 
                                                                          y se hace río mi gana de tenerte,
                                                                                       y crujen los silencios del olvido,
                                                                                              y abren sus alas las palabras 
                                                                                                      volando de mi boca hacia tu oído                                                                                                                     y estreno el sol 
                                                                                                                  en mi universo todo. 

Cierro los ojos 
y se extravía el miedo.
Los vuelvo a abrir, 
                                                           y en ellos tu apareces. 
                                                         

domingo, 18 de mayo de 2014

TIEMPOS DE QUIETUD


Fotografía: Araminta Gálvez
La neblina sobrecoge 
mi alma 
sorprendida
y obsesionada de luz.
La  transparencia 
de la gota de rocío
se estremece
en el pálpito sereno
de la tarde 
fundida en oscuridades.
Los aguaceros de ojos
caen sobre el escaparate del universo
 y el café madura voluptuoso
en las narices del silencio 
agobiado y  melancólico.


jueves, 15 de mayo de 2014

DE LLENA A CUARTO MENGUANTE



Fotografía: Araminta Gálvez
La luna me enamora con su brillo
sereno, contundente y misterioso
que acecha con cautela cuando el grillo
entona sus canciones afanoso.

Agita las mareas con su instinto
de cortejo profundo y consistente
que arrastra con el viento en laberinto
los mares con su ímpetu ascendente.

Crece la luna llena entre mis ojos
voluptuosa, potente y encendida
hiriendo sin querer con sus abrojos

y anunciando serena su acogida
si entre cuarto menguante  con sonrojos
yo  le pego indiscreta una mordida.



lunes, 12 de mayo de 2014

FRENTE AL PELOTÓN DE FUSILAMIENTO



Frente al televisor, Julián coloca amorosamente el revólver sobre la mesa auxiliar. 
Agarra un puñado de almendras, las deposita en su boca y las mastica sistemáticamente. 
Toma un trago de cerveza y se congratula por no estar en lugar del hombre que van a fusilar. Su parecido con él es indiscutible. 
Julián sonríe. 
Si no hubiera hecho el cambio de identidad  a tiempo, en este momento sería él, quien estuviera parado frente al pelotón de fusilamiento. 

sábado, 10 de mayo de 2014

MAMÁ, UNA PALABRA QUE ME LLENA EL UNIVERSO

Nueve meses llevándome en su cuerpo es una vida entera mamá, suficiente para llenarme de lunas y de soles el futuro.
Le aseguro, no hubiera querido estar en otro vientre, ni amamantarme en otros pechos, ni amanecer a la vida sin su mano, sin su voz, sin su consejo a tiempo, sin el regaño justo por la travesura o por la falta.
Yo pude crecer protegida por su sombra. Disputando con mis hermanas y hermanos su atención y su cariño y usted, como
una maga, nos abarcaba a todos con sus mimos y atención y su llamado siempre al orden, multiplicando el pan para saciar nuestra hambre, resolviendo en la escuela nuestra vida, haciéndose modista, administradora, juez, regazo, maestra, sol.
No son poca cosa engendrar, cuidar, proteger y formar siete hijos, madre. Es atarse la vida a otras vida de por vida. Y usted lo hizo.
Mamá, una palabra que me llena el universo. Mamá, una canción que me arrulla el alma y la ternura. Mamá, la puerta siempre abierta a mi consuelo. Mamá, la vida pasa y me enamora la autosuficiencia y me revelo ante el consejo a tiempo, ante el regaño justo y la vida me golpea y me acaricia, pero usted está conmigo, siempre conmigo, atando mis heridas, toreando mis problemas, convirtiéndose en un fuerte que amortigua los embates,  injustos a veces, de la vida.
Usted siempre ha sido una fiera defendiendo y cuidando sus cachorros, una luz alumbrándonos la vida, un ejemplo marcándonos el paso, usted mami, es una parte importante en mi vida.

Chatica, la quiero mucho, mucho, mucho.

miércoles, 7 de mayo de 2014

NÁUFRAGA DE LUZ

Fotografía: Araminta Gálvez
Aprieta el paso, la tarde, náufraga de luz,
hiriendo mi alma,
la bruma
desaloja el estío,
Acuna entre su pecho la tórtola al pichón
                    cenizo de trinos
y ausente de vuelos.

Arden los gladiolos  y los lirios en el recuerdo del verano
aquel,
que se volvió espejismo.
Las hormigas beben la lluvia en la ventana del día
y me hundo en la añoranza
del recuerdo de tus ojos
dibujándome
con hambre
la ternura.
               entonces,
                          desenredo el silencio de mi boca
                           y canto tu cuerpo
                                    con mis manos
                                            llenas

                        de tu ausencia.

mayo 07,  2014

martes, 6 de mayo de 2014

FASCINACIÓN DE LIBÉLULAS

En su puño sintió un aleteo y un sinfín de cosquillas le acarició los sentidos. 
La felicidad se le desbordó en su cara con forma de risa y la curiosidad se despertó sobresaltada. 
Quiso ver nuevamente las miriádas de libélulas sinfónicas y multicolores 
que bullían sobre la palma de su mano. 
Abrió un minúsculo resquicio entre sus dedos y las libélulas aprovecharon la libertad que se les ofrecía y escaparon en vértigo de colores y sentimientos que entonaban las sinfonías de Beethoven y de Mozart. 
Sus  minúsculas alas lanzaban destellos dorados que olían a lavanda y a chocolate. 
Sus ojos, como una cámara fotográfica perfecta, 
mostraban las maravillas del mundo creadas 
y todavía por crear. 
Eran capaces de aplacar con su voz cualquier dolor o miedo que apareciera a perturbar la alegría.
Las libélulas recorrieron el aire con el vértigo de la alegría 
y se depositaron nuevamente  en su mano 
 inundándola de felicidad.
Fotografía tomada de Internet

domingo, 4 de mayo de 2014

DESPUÉS DE LA TORMENTA SÍ SALIÓ EL SOL


La tormenta asoló la aldea y durante una semana entera, la lluvia no cesó de caer. Los frágiles techos de las casas no soportaron esa embestida líquida y tenaz y se derrumbaron llevando consigo la vida de hombres, mujeres y niños que se pensaban protegidos dentro de su hogar. Las montañas se derrumbaron como castillos de arena llevando consigo piedras enormes, árboles arrancados de tajo, animales muertos y un lodo oscuro y sin esperanza. El paisaje se volvió gris y el sol no apareció durante varios días. El hambre, el frío y el miedo reinaban por todas partes. Las noticias eran desalentadoras. Las carreteras se habían interrumpido por los deslaves y no había esperanzas de que alguna ayuda llegara. ¿Quién se expondría en una situación así? Amanda tiritaba en el rincón de la iglesia donde Joaquín la había arrastrado con las pocas fuerzas que todavía le quedaban y ella ya no sabía qué era más intenso, si el dolor de sus dos piernas fracturadas, el hambre que la atormentaba o la impotencia y desesperación por ya no tener leche en sus pechos para alimentar a Joaquincito que ni siquiera tenía fuerzas para llorar. Desde sus triles los santos la miraban desolados. No había ningún resquicio de luz. Las velas se habían agotado y las ropas secado en sus cuerpos.

Fotografía: Araminta Gálvez
Cuando la puerta se abrió y entraron esos jóvenes embarrados de lodo, cargando mochilas con alimentos y medicinas y diciendo que eran voluntarios que llegaban para ayudarlos, Amanda no lo podía creer, pero cuando vio a Joaquincito bebiendo lentamente la leche del biberón entendió que los milagros todavía existen y que la promesa de la esperanza aparece aún en la peor oscuridad.

Tercer Lugar: II Concurso de Relatos "Efecto Mariposa". Coordinadora de ONG de Desarrollo de la Comunidad Autónoma de la Rioja (CONGDCAR). España. Marzo 2014.

jueves, 1 de mayo de 2014

SUICIDIO IRREMEDIABLE


Fotografía: Araminta Gálvez
Con la anchura de las palabras me alfombraste el alma, y no me importó que el frío hiriente del tiempo incrustara sus agujas en mis huesos. 

Tampoco me importó ver cómo se cerraba la puerta del desaliento tras  mi espalda.

La semilla  cayó en tierra fértil y mi cuerpo se desbordó de vida. 

 La esperanza torturó con insistencia a la noche engarrotada en mi camino. Fue su verdugo hasta que la sintió crepitar en abandonos, entregándose sin resistencia ante su brillo.

 Entonces mi  vigilia se proyectó hacia tu sombra. Mis tímpanos se abrieron a tu voz y en el subsuelo de los siglos sigue vibrando en mi memoria. 

Corregí el rumbo de mis sentimientos y los dirigí hacia el abismo de tus ojos. Y me entregué a ellos de por vida.

Palpitó la tierra bajo nuestros pies y en el destino, nuestras raíces se encontraron. Sin karma, sin dolor, sin renuncia. Tus ojos anclados en mi puerto. 

Era otoño. 


Las buganvilias se enfrentaban a un suicidio irremediable. Se desprendían sin futuro y sin verdor. Los muñones de sus  ramas, desesperadas por la ausencia, reventaban en brotes como pústulas en flor. Se torturaron con vida demorada en clorofila. 


Heridos de vida… como yo de ti.