martes, 21 de mayo de 2013

SILENCIO SEPULCRAL


Dibujo de Araminta Gálvez.
Lápiz sobre papel fotográfico




El libre albedrío lo contuvo
y la disyuntiva se bifurcó ante sus ojos. 
Si la detenía ahora, 
envejecerían juntos
y el amor les florecería siempre. 
Pero el silencio se impuso sepulcral en su boca 
                 y la distancia, 
                                 sin contemplaciones, 
le desdibujó de los ojos su silueta.

Mayo 2013

ADICCIÓN



Vierto lentamente en una copa tus miradas
y las bebo sorbo a sorbo,
extasiada,
adicta irremisible a las honduras
y a las mieles agrio amargas
que destilas de tu ser.

Tu voz se me diluye como pan bendito
en madrugadas de constante hambre de luz,
de montañas derretidas
en abundantes veladuras
revestidas y saciadas de color.

Los truenos fusilados de la lluvia
se anuncian como brillos de serpientes,
zigzagueando,
culebreando las tormentas
de caracoles,
sapos y estornudos.

Estiro con mis ojos el espacio al infinito de tu piel
y serena atravieso las fronteras del silencio
que como río lujurioso,
ondulante y obsesivo,
se cimbrea entre sirenas y medusas
en las tardes del hastío.

Aprieto el sol entero entre mis ojos
acuareleados en aguadas con su miel,
consumiéndome
como quiebracajetes azulados
rebozando adrenalina descompuesta
y recompuesta entre índigos y azul.

Soy adicta irremediable y no lo niego,
y convicta declarada de esa paz,
que la luna noche a noche
y diestramente,
desdibuja y re dibuja en las honduras de tu ser.

Araminta Gálvez
2012

miércoles, 15 de mayo de 2013

LUJURIA DE CHOCOLATE



Le lame larga y dulcemente el ombligo.
                 Absorbiendo.
                                 Penetrándolo con la punta lujuriosa de su lengua eficiente y precoz.
Deteniéndose en los pliegues y rinconcitos en los que el chocolate con su textura de seda y su sabor a gloria, se oculta de la sabiduría de su nariz.
Su ombligo es como una espiral rosadita. Una leve hondonada con profundidades misteriosas. 
Un receptáculo perfecto para su insaciable sed de dulzuras.
Su aroma es indescriptible y atosiga de deseos todos sus sentidos.
El tacto se derrite ante su consistencia blanda, serena y mantecosa. Los ojos se le desviven por abarcar su moreno color surcado de celajes sabrosos. 
Su olfato se desmaya y resucita bendecido con la maravilla de sensaciones que lo invaden.
Sus oídos se alertan ante los silenciosos recorridos de corrientes que recorren su vientre embarrándolo de dulzura, pero sus lengüetazos diestros y oportunos detienen su ímpetu oscuro y brillante.
Ella se deja hacer.
                      Inmóvil. 
                                         Impasible.
Con el cabello ensortijado en dorados y rojos. Enmarañados en una cascada de rizos de ensueño. Tendida a lo largo.
Desnuda y dorada por el sol del último verano. 
El sol que ahora fisgonea entre los tules de la ventana no es el mismo.  Está intrigado por la lujuria de la lengua afanada en recorrerla. En poseerla con avaricia, con ese músculo fálico que se relame y la relame.
Saboreándose.
                                Saboreándola.
 El jazz se derrama persistente en los oídos de las paredes y del cielo falso de estrellas. 
El teléfono, con su voz de noticias timbra sobrecogido por el silencio.  
                                               Nadie responde...
hay bruma de suspensos…
cenizas desfiguradas de ocasos y sirios 
              que rumiando pesadumbres 
                                                se disfrazan de olvidos y silencios...
                                y como aves de mal agüero
                            se ciernan en los ojos rebalsados de muerte y chocolate…

El Bichón maltés ya satisfecho se acurruca muy cerca de su ama.
Esta vez, la espera a que despierte será demasiado larga.

Junio 2012

sábado, 11 de mayo de 2013

LA CONDENA


La espera lo hiere con miedos y sobresaltos. 
El reloj es inmune a su desesperación. 
             Uno a uno martilla con saña los segundos. 
El veredicto se desliza como una maldición por la boca del juez.
                         Los zopilotes revolotean en sus ojos y el martillo cae como un cadalso. 
Las lágrimas lo encadenan y esta vez, no son suficientes para calmar su condena perpetua.

Mayo 2013

viernes, 10 de mayo de 2013

¡¡¡¡CUIDADO!!!!...

Como una maldita sombra te persigue. Siente su tufo resoplando en tu garganta. En tu nuca. Detrás de tus orejas. Te habla quedo. Sin palabras. Sin sonidos. Omnipresente en tus miedos. Erizándote la piel. Mírate esos vellos erectos en los brazos. Chinitos como puercoespines de alfileres. El hielo gélido de brillos hace nido en tus entrañas y el temblor se te cobija entre las piernas. Lo sabes. Lo sientes. La presientes tras de ti. No voltees. Podrías no resistir esas cuencas sin ojos que te miran. Que te hurgan y te desnudan de cualquier vestigio de razón. Se inmiscuye en tus silencios y te abraza. Y su escalofrío  te recorre en tus puntos cardinales arrastrándote hasta las profundidades perdidas del olvido. ¡Cuidado! No avances. No te detengas. No oses desafiarla con tu ira. No rías, tu risa desencaja su impaciencia. No mires, aborrece la luz de las miradas. No cantes, que estallan en furia sus infiernos. No atrases los horarios del recuerdo, que sus agujas se enfilan en picada al descalabro. Resiente del cadalso que amortigua el cabrón estropicio hacia el abismo. ¡Cuidado!... que te hace prisionero del pecado de la vida. Cuantificando Ave Marías que reconfortan almas… Dios te Salve… el señor es contigo, conmigo, con todos…
La escuchaba y sentía el corazón en mi garganta, atorado con mis miedos y recelos. Desnudo el cielo de lunas y de soles que alumbraran mi falta de protección.
—Mamá está loca —me dije al fin. Es irremisible, tengo que afrontarlo.
La locura es mi sombra. Siempre lo he sabido. Es mi sino desde el día en que nací…
Tomé las tijeras de la mesa de noche y me paré decidida ante al espejo. Me encontré con unos años más que la última vez que visité mi imagen. Complacida ante la belleza indiscutible de mi cabellera desbordada en rizos rojos que atraían ojos y deseos infinitos, procedí a tomar un mechón y a cortarlo sin miramientos. Luego otro y otro y otro. La forma ovoide de mi cráneo me divirtió y mi cabeza pelona surgió sin tropiezo ante mis ojos durante la iniciación del rito indubitable de encarar a la locura. 
…no mires para atrás…


ABRIÓ LA MAÑANA CON LOS OJOS NIQUELADOS DE ESTUPOR

Abrió la mañana con los ojos niquelados de estupor por los sueños que la habían sumergido en aguas turbulentas e insondables.
Su vientre mariposeaba herido por los deseos satisfechos.
Los besos le tatuaban el cuerpo como pecados frescos, deleitándole todos los sentidos.
Se recreó con las sensaciones vividas.
                                               Las rememoró largamente.
Con los ojos cerrados. Con los ojos abiertos. A media luz. A sol entero derramándose a sus anchas por sus riberas vírgenes todavía.
Desayunó gloria y pan tostado con mantequilla y la sintió derretirse entre su lengua y su paladar, como un sortilegio de ansias y luz.
Se ruborizó por la alegría de su cuerpo abierto. Explayado. Propuesto y dispuesto al descubrimiento.
Se sedujo ante el espejo con la iridiscencia del nacimiento todavía tímido de sus pechos y la felicidad en pleno se derramó sin consideración en su rostro.

  La luz migró del asombro al estupor
 en un festín floreciente de aspavientos…
de rutas perdidas que arrastraban transparencias
de cangrejos y botellas mensajeras.

 Azotaron sus ojos las dunas,
las promesas
 y los vuelos de las águilas que raudas y veloces
atrapaban el espacio entre sus brazos...


Se vistió rápidamente con el uniforme a cuadros. Estiró las calcetas sobre sus piernas niñas todavía y estrellando su reflejo con una última mirada en el espejo, emprendió la carrera para llegar a tiempo a la escuela y a su infaltable cita con la vida.

¡PUFFF!..


Voy dando zancadas grandotas detrás de los pasos de papi. Parezco una ranita que lo persigue.
Él es un gigante. Levanto mi cara entera y lo miro desde abajito. De aquí sobre la tierra.
Y lo miro.
Y me doy cuenta que con su cabeza toca las nubecitas del cielo.
¡Es un gigante de los de verdad!
Yo no quiero que sus huellas se queden solitas. Pueden caer hilitos de agua y hacer que se escurran como esa agüita que sale de mis ojos y se resbala por mis cachetes.
O puede caer un aguacero de esos que dan mucho miedo y las harán desaparecer.
¡Pufff!
¡Dios me libre!
Otra cosa que me da susto, es que se queden solitas cuando la noche se cae de arriba y nos tapa los ojos a todas las gentes y ya no podemos ver nada.
Por eso salto detrás de él.
Con mis piecitos abrazo las huellas que van dejando sus piesotes.
Y me canso.
Y no puedo ver los pajaritos que tanto me gustan, ni las nubecitas que hace rato me vienen siguiendo.
Mi papi no se da cuenta de todos los abracitos que le voy dando. El piensa de seguro que salto porque tengo ganas de hacerlo. Porque soy chiquita y traviesa. Y porque tengo pecas en la cara.

Pero yo voy siempre detrás de sus pasos mientras él va abriendo los caminitos...

SENTIRES


Emigro hacia tu boca
en un abril
estereotipado de luna,
y mientras afuera
las maldiciones asaltan 
el alto costo de la vida,
yo me aprendo de memoria
la cultura de tu piel...
inconsecuente que soy.
2012

SOMBRA TUYA SOY



Te intuyo
manteniendo el equilibrio
entre goteras de sol
y reliquias de bruma.
Tus orillas quebradizas
son gélidas al encuentro
con mi templo,
cuerpo/templo abatido a tus pies…
desposeído.
Tus ojos divagan
alejados de mi ruta,
sin brújula, sin rumbo,
caleidoscopios en blanco y negro
sin matiz.
Desesperada
busco asirme con afán de sobrevivencia
al despeñadero de tu risa,
para caer irremisible
y contundente,
al vestigio desolado
de tu olvido.
Canta el desvelo
de la soledad del ebrio de estrellas,
desnudo de amor,
vagando en el patio
ardiente en geranios
que abrumadoramente queman
todos mis sentidos.
Las cenizas de los sinsentidos
sombras tuyas son,
estruendosas,
de puntillas,
sigilosas,
con el afán único,
e imperecedero
de probablemente
encontrarte alguna vez.

2012

Y LO CHUPÓ CON FRUICIÓN...


Desvanecida casi por el placer,
Matilde acarició con la lengua su base
y lo lamió lujuriosa de arriba abajo
y de abajo a arriba varias veces.
Saboreando,
deleitándose,
humedeciéndose sin poderse contener.
¡Y SE DESBORDÓ DE ÉL!
con sus jugos y sus maravillosas delicias.
Se relamió
y abrió lo más que pudo la boca para tragárselo entero.
Un estremecimiento de placer la inundó.
Y en la cúspide de la lujuria y sin poderlo evitar
dijo con un hilo en la voz...
—Ahora deme uno de pistacho.

SOY

Soy cantera serena de estupores
desglosada en un cirio de color
abrigando furtiva los amores
de tus mieles pintándome rubor

Es mi piel la armadura de tu sino
doblegada a tus besos sin cesar
de tu boca yo sorbo solo vino
embrujada lo gozo sin parar.

Te cortejo atrapada por la luna
que refleja tus ojos al pasar
sigilosa pintándome de bruma

y extrayendo mis ganas de cantar
me enredo en artilugios con espuma


queriéndote con ellos yo besar.



febrero 2013